La verdad es que nunca me he sentido más guapa que estando embarazada. En mis dos embarazos engordé 10 y 11 kgs. respectivamente con lo que físicamente, al ganar peso, estaba más atractiva. Tenía la cara más redondita y hasta más juvenil. En mi segundo embarazo, quizás porque la experiencia es un grado, me preocupé más por la ropa que me ponía. Con mi primer hijo me limité a las mallas y las camisetas pero con mi segunda hija me apetecían ya ponerme bonitos vestidos. Y ahora, echando la vista atrás, os lo recomiendo a todas. De ahí el titular “vestidos para mamás embarazadas”. Cuando viene el segundo los pantalones aprietan demasiado la barriga o los glúteos que no paran de crecer. Es mucho más cómodo para todo ir con vestidos. Si tenéis retención de líquidos en las piernas, llevar mallas o tejanos no es lo mejor. Los vestidos, sobre todo de cara a la primavera y el verano, son la opción más fresca y atractiva. Además, es cuestión de buscar. Con mi primer hijo (7 años atrás) no había casi propuestas de moda premamá en la red. Pero ahora hay muchísima ropa para embarazadas y a buenísimos precios. Si os llega a casa y no os va la talla o no os veis favorecidas pues la devolvéis. Los españoles no estamos habituados a las devoluciones, pero en países con más trayectoria en e-commerce que nosotros o en venta por catálogo, es lo más común. Si a esto le añadimos que cuando estamos embarazadas y trabajando no nos queda tiempo para buscar y encontrar tiendas físicas premamá, la red se convierte en el espacio ideal para adquirir toda aquella ropa que nos irá acompañando mes a mes. Aquí os doy unos consejos para hacer buenas compras de ropa premamá.
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