¿Quién de vosotras o vosotros utiliza aún papel de plata? Que levante la mano. Tranquilos que no os va a ver nadie. Después de leer este post vais a cambiar al universo Roll’eat, el porta bocadillos reutilizable y sostenible, que más que un producto de uso diario es un estilo de vida, una manera de ser y de vivir, saludable y sostenible. Os cuento mi historia. En mi familia éramos todos del papel de plata en el bocata, los abuelos, papá y mamá iban a recoger los niños al cole y les llevaban la merienda en papel de aluminio. Al entrar hace 4 años al nuevo colegio la dirección nos lo prohibió a todos los padres. Lo que al principio nos pareció un engorro, sobre todo a los abuelos, ahora nos resulta lógico y comprensible. De hecho si alguien aparece con el bocata en papel de plata lo miras de reojo y con incredulidad. ¿Somos radicales? Para nada. Envolver los bocadillos en el Boc’n’Roll o en el Snack’n’Go (para snacks) hace que con su uso a diario (y teniendo en cuenta que tiene una vida media de 6 años) reduzcamos nuestras emisiones de CO2 en un 99.8% frente al papel de aluminio. Es decir, más que un grano de arena contribuimos con una losa en el cuidado del medio ambiente y el mundo que le vamos a dejar a nuestros hijos. Hace un tiempo me contactaron de la empresa Roll’eat. Me preguntaron si conocía su producto y fui muy clara: no sólo lo conocemos, sino que lo utilizamos a diario. Acaban de lanzar unos diseños ideales para niños de cara a la vuelta al cole y aquí os los muestro.
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