María Vall

Últimamente no hago más que conocer a mujeres emprendedoras, brillantes y, sobre todo, discretas, porque cuando te cuentan todo lo que han hecho en la vida o están haciendo, y lo explican sin darle excesiva importancia, alucinas. Esto me ha pasado con Mercè Puigbó, responsable de la marca líder en puericultura, Pasito a Pasito. Mercè aceptó mi invitación de ser entrevistada. Ya sabéis que las entrevistas son el género que más nos gustan a los periodistas. No todo el mundo te concede dos o tres horas de su tiempo para abrirse de manera honesta y amable. Mercè lo ha hecho y me ha descubierto a una mujer valiente, trabajadora y práctica. Ya me gustaba Pasito a Pasito pero, después de conocer a quién hay detrás de todo, ahora es una de mis Love Marks. Porque las empresas las hacen las personas ¿Estáis de acuerdo? Pues aquí tenéis su historia.

Mercè Puigbó trabajaba en La Nina una empresa familiar juguetera, que durante años había sido líder en peluches y muñecas de trapo, y que más tarde formó parte de Diset. Cuando el gigante asiático llegó a nuestro país en forma de importaciones de juguetes, los preciosos peluches Made in Spain de Diset tuvieron que reinventarse. El producto chino arrasaba en los años noventa y había que innovar, buscar un océano azul en un mar de tiburones. Así fue como del osito de peluche de Diset nació el emblema de Pasito a Pasito, una marca que se convirtió en más que un objeto de decoración y deseo.

“Al principio diseñábamos lámparas para bebés, perchas, llaveros, sillas, mesas, los tapones de los botes de colonia… Hicimos una marca de puericultura cuidada, artesanal, elegante. Había mucha demanda”, me explica Mercè Puigbó y mientras habla me voy acordando de los complementos de Pasito a Pasito que seguro más de una lectora tenéis, de la preciosa lámpara globo, de sus cestas, guarda pañales, osito abraza biberones… Algo que me gustó cuando los conocí y me sigue gustando es la posibilidad de combinarlo todo. Se lo comento y Mercè me cuenta que la compañía está ahora muy especializada en bolsos de maternidad y en todos sus complementos.

También me explica cómo de trabajar en una empresa familiar y pequeña pasó a una gran multinacional, ya que Diset fue adquirida por un grupo holandés. “Tenía que adaptarme al cambio, de un estilo mediterráneo basado en la intuición a un estilo holandés, estratégico, organizado, pragmático y con planificación”.

Actualmente, Pasito a Pasito vende en todo el mundo y representa un 40% de la facturación global de Diset. Su estilo mediterráneo tiene éxito hasta en los países árabes.

¿Cómo es un día a día de trabajo de Mercè Puigbó? Le pregunto a esta mujer sincera y atenta. “Levanto a tres niños de 15, 8 y 5 años cada día, los acompaño al bus que los lleva al cole. Me organizo con mi pareja en estas tareas. Por la tarde me implico mucho con ellos, les ayudo a estudiar. Son tres futboleros y tienen días diferentes de entreno, así que hay que coordinarse para gestionar las idas y venidas de este gran equipo”.

“Cuando llego sobre las 8:30 h. de la mañana a las oficinas de Pasito a Pasito me reúno con mi equipo. Cada día y durante 30 minutos, hablamos de compras, de materia prima, de producción, de diseño… Me gusta ir de viaje con comercial para conocer el punto de venta de primera mano. Es importante estar cerca del cliente pero también del consumidor que en Pasito a Pasito son las mamás primerizas de entre 25 y 35 años, con gusto por el diseño clásico pero renovado de nuestra marca”.

¿Cómo hacer dos colecciones al año y diferentes? “El ritmo de trabajo es duro y, más aún, si profundizas. Porque todo tiene que pasar una normativa, todo los artículos están llenos de detalles que han de superar todos los controles de calidad. Sacar novedades no es difícil, lo complicado es el I+D (investigación y desarrollo) que hay detrás de cada producto. Tenemos que crear colecciones que gusten y que funcionen en todos los niveles de seguridad, por ejemplo, que puedan lavarse a máquina, pero no se deshilachen los acabados y, finalmente, que el precio sea razonable”.

Es cierto, hay que cuidar mucho los materiales que están en contacto con la ropa de los bebés. Por eso no entiendo que a algunas marcas se les exija tanto y luego en el mercado te encuentres talleres que todo lo copian pero no pasan los filtros de calidad. El precio se justifica cuando hay que pagar la innovación y el desarrollo, cuando hay que cumplir la normativa y cuando se venden productos seguros.

¿Cómo es el equipo de Pasito a Pasito? “Es un equipo muy concienciado con el producto, muy ilusionado y comprometido. Les gusta trabajar en Pasito a Pasito y ven la marca como a un hijo”.

¿Cuál es la estrella de Pasito a Pasito? “La colección Alejandra que tiene un tejido que parece piel pero no lo es y puede lavarse a máquina”.

¿Y qué es lo que más te gusta a ti? “La lámpara globo. No quiero dejar de hacerla. También las fundas de cochecito. Mi ilusión es que fuera de España se utilicen tanto como aquí”.

Desde luego yo soy una mamá Pasito a Pasito. Tuve mi primer hijo a los 34 y quería lo más precioso para él, que en puericultura se traducía en lo más delicado, elegante y romántico. Sin estridencias. No me considero clásica pero me gusta que un bebé sea bebé, huela a bebé, vista bebé y se rodee de complementos dulces y tiernos. Mercè Puigbó es una madre práctica, cariñosa y organizada. También con un gran sentido del humor. Una madre que de lunes a viernes lleva el peso de una marca líder y que el fin de semana se entrega totalmente a sus hijos. Un placer conocerte Mercè.

(*) Agradecimientos: Las fotografías de este entrevista son de Agus Albiol. Gracias Agus. La entrevista se ha realizado en el concept store del diseñador gráfico e interiorista Jaime Beriestain en Barcelona, un lugar magnífico que os recomiendo visitar. Gracias María Vall por coordinar y ayudar en todo.