Mirad, he tenido dos hijos. A Jorge lo tuve en un hospital público y a Valentina en uno privado. Con ambos quise conservar las células madre de la sangre del cordón umbilical para uso terapéutico. En el primer lugar me pusieron cara de pocker. Me dijeron que irían a un banco público que nunca podría utilizarlas con mis hijos y que además no disponían del kit de extracción. En el segundo parto me volvieron a poner la misma cara, no me ayudaron lo más mínimo. Me he arrepentido muchas veces de no haberlo hecho. Pero fui muy mal aconsejada. Y, de verdad, me daba igual que fueran a banco público o a banco privado, pero llegado el momento podían ayudar a salvar una vida, la de mis hijos o la de otros niños. Pero ninguno de los equipos médicos estaba profusamente informado. Os aseguro que no sabían que decirme. Y no tuve la oportunidad de informarme sobre ninguna empresa que lo hiciera y me pudiera ayudar. En mis visitas a ferias de bebés y mamás, he conocido más tarde a compañías que informaban de ello como es el caso de Secuvita que es el primer y mayor banco de sangre de cordón umbilical familiar que se fundó en Europa y, por tanto, el más experimentado. Tenía muchas ganas de divulgar mi experiencia y opinión en un tema así. Seguid leyendo para conocerla.
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