solidaridad

Veo muy poco la televisión. Realmente, casi no veo la televisión, pero ayer el destino hizo que me encontrara, sin saberlo, frente a la caja tonta viendo un programa de La Sexta. Se basaba en el reality americano Millonario anónimo. Un espacio que desconocía completamente. Los protagonistas de la edición española, la que emitieron anoche fueron los fundadores de la firma infantil Trasluz, Javier Martínez y Alicia García-Gallardo. Como me dedico a la moda para niños me quedé enganchada y me cautivó. Pasé un rato muy emotivo conociendo a Javier y a Alicia, unos emprendedores honestos, luchadores, cercanos, solidarios y además muy valientes. Sí, señor. Hay que ser valiente para participar en un programa así. Twitter hervía bajo el hastag #millonariotrasluz. Es muy fácil lanzar consignas peyorativas contra la gente pero ya me gustaría ver a muchos de los que ayer se escondían tras las redes sociales para criticar, enfundarse durante una semana un chandal, sobrevivir con 30 euros y dedicarse a colaborar en diferentes ONG. Porque como explicaba Javier de Trasluz, no se trata de dedicar tiempo ‘del que te sobra’ a los demás, sino dedicar parte de tu tiempo a ayudar a los que más lo necesitan. Eso es voluntariado. Eso es solidaridad. Ayer aprendí mucho de un reality y de los valores de unas personas a las que, de acuerdo, les sonríe el éxito, pero porque se lo han currado y tienen sólidos valores que comparto. Si seguís leyendo os cuento mucho más.

Creo que fue el destino el que me puso frente a la televisión. Me encantó descubrir que Javier y Alicia se conocieron en su época de estudiantes (como mi marido y yo) y muy jóvenes se casaron, a pesar de lo que decían sus familias. Creían que no podían tener hijos y acabaron teniendo seis. Viven en 450 m2 en el mismo edificio en el que tienen las oficinas y sede de su compañía en Burgos, así pueden compaginar y hasta conciliar su vida laboral con la familiar.

Este inicio ya me pareció muy sensato pero a medida que iba avanzando el programa me gustaban más Javier y Alicia y cómo explicaban sus impresiones con sencillez. Me hicieron conocer de primera mano la realidad social de muchas familias que lo están pasando muy mal. Todos sabemos de alguien que lo está pasando fatal porque te lo explica tu madre, un amigo, pero verlo en directo, vivirlo en directo te remueve las tripas.

Durante una semana y con un presupuesto mínimo Javier y Alicia se han enfrentado al reto de compartir el día a día con los más necesitados. Familias normales como nosotros a las que un día todo se les tuerce y se encuentran en paro, con hijos, la nevera vacía, las facturas sin pagar y al borde del deshaucio. Lo vemos cada día en las noticias y seguimos con lo nuestro sin más. No nos planteamos parar y salir a ayudar. Dar un poco de lo que tenemos y que a veces se resume en cariño, atención y tiempo. Nada más.

Perdonad que no ilustre este post con fotos del programa. No las tengo. Lo menos que puedo hacer es vestirlo con fotos de la colección primavera verano 2014 de Trasluz. Así os la muestro y le devuelvo el favor a sus creadores, a quienes esta experiencia de La Sexta creo que habrá cambiado sus vidas. Aunque más habrá cambiado la de las personas con las que han interactuado y han ayudado (incluso con sólidas aportaciones económicas para que sigan con su labor).

Ayer conocimos la asociación madrileña El Pato Amarillo, destinada a atender casos de emergencia social; Desarrollo y Asistencia, dedicada a labores de acompañamiento a enfermos y familiares; y a la Asociación Iceas, que se encarga de la educación e integración de los niños de barrios necesitados. Piel de gallina amigas. Me sentí la mujer más egoísta del mundo por no dedicar parte de mi tiempo a alguna entidad así. Creo que a partir de hoy empiezo a buscarla.

Y en cuanto a Javier y Alicia decirles que conocía Trasluz, aunque estando ellos en Burgos y yo en Barcelona me quedaba un poco lejos, pero ahora los seguiré muy de cerca. Ellos me han transmitido unos valores muy afines a los míos. Es cierto que están totalmente entregados a su negocio (solo así se consigue el éxito y facturar más de 6 millones de euros al año con 30 franquicias por toda España) pero también al cuidado de su familia. Han sido muy valientes enfrentándose a la realidad que vivimos en este país, a la televisión y a las redes sociales. Hay personas que necesitan nuestra ayuda y programas como este nos hacen ver que somos muy afortunados y que tenemos que hacer algo por los demás.