crianza con apego

Con mi primer hijo fui una mamá novata. Quiero decir que hace 8 años no había la información que hay ahora en internet (por eso creé este blog) y la que yo encontraba estaba en libros (“Que se puede esperar cuando se está esperando” era mi manual de cabecera y luego “Un regalo para toda la vida” de Carlos González). El no estar tan informada me benefició en diferentes aspectos: hice lo que me mandó el corazón y el sentido común, sin hacer mucho caso a lo que me decían abuelas, tías y vecinas. Parece que mi corazón fue sabio. La naturaleza lo es. En el caso de la cuna os contaré mi experiencia. Le montamos la habitación a Jorge junto a la nuestra, pero como era tan pequeñito para los primeros meses tuvimos un moisés junto a nuestra cama. Como mi primer parto fue por cesárea para mi era un sacrificio a media noche tener que incorporarme varias veces para darle el pecho. Aún recuerdo el dolor de la cicatriz. En pocos días Jorge acabó durmiendo a mi lado, pero tenía mucho miedo de chafarlo y asfixiarlo (terrores de madre primeriza), así que al final yo no descansaba. Y mi brazo era el único que se dormía con aquella postura tan incómoda. Cuando ya no cabía en la mini cuna casi ni debatimos en pareja el qué íbamos a hacer. Estaba clarísimo que el niño dormiría con nosotros para no tener que ir y volver a su habitación entre 4 y 5 veces por la noche. La lactancia materna nos duró 4 años y ese fue también el tiempo que nuestro peque durmió en nuestra cama. Hubiera dado lo que fuera por una cuna de colecho. Y me refiero a una cuna de medidas estándar (120x60cm) que pudiera acoplarse a mi cama para que Jorge durmiera allí cómodo él y cómoda yo. No encontré ningún producto así en ninguna marca y, además, no todo el mundo respetaba el concepto de crianza con apego, ni la lactancia materna y menos dormir con los hijos. Hoy quiero presentaros la cuna Istar de micuna, que tiene medidas estándar (120x60cm) y se acopla a la cama de los papás gracias a un complemento opcional transformándose en cuna de colecho. Leed más para descubrirla Seguir Leyendo